La calificación de la cartera crediticia se realiza de acuerdo con las reglas emitidas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y las metodologías establecidas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). En el caso de carteras como Consumo Revolvente, Auto Persona Física e Hipotecaria de Vivienda, se utilizan metodologías internas avanzadas basadas en la Norma de Información Financiera (NIF) C-16. Para la cartera de Empresas, se aplica una metodología interna con un enfoque básico, ambas autorizadas por la CNBV.
Estas metodologías están diseñadas para determinar las reservas necesarias frente a posibles pérdidas. En general, el proceso de calificación de la cartera crediticia implica una revisión trimestral y un registro mensual de las estimaciones preventivas en los estados financieros de la institución. Las estimaciones que superan lo requerido por la calificación de la cartera se ajustan en la siguiente revisión trimestral, y las recuperaciones de créditos previamente castigados se reflejan en los resultados del ejercicio.
Metodologías Regulatorias Generales
Las metodologías estándar establecidas por la CNBV para la calificación de carteras de consumo y comercial determinan las reservas en función de la pérdida esperada para los siguientes doce meses para créditos clasificados en etapa 1 y etapa 3, y para el plazo restante en créditos en etapa 2. Con la entrada en vigor de las Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS9) en enero de 2022, estas metodologías consideran la probabilidad de incumplimiento (PI), la severidad de la pérdida (SP) y la exposición al incumplimiento (EI) para estimar la pérdida esperada.
La calificación de créditos en etapa 2 se basa en la vida completa del crédito y considera factores como el plazo restante, la tasa de interés anual, y los riesgos asociados. En créditos de consumo, como los revolventes y no revolventes, y en hipotecarios, se asume que en caso de incumplimiento solo se realizarán pagos mínimos hasta la liquidación del crédito, lo que influye en la estimación de la reserva necesaria.
Probabilidad de Incumplimiento, Severidad de la Pérdida y Exposición al Incumplimiento
- Probabilidad de Incumplimiento: Para créditos de consumo no revolventes, se consideran factores como la morosidad actual y el tipo de crédito. En créditos comerciales, se evalúan la experiencia de pago, el riesgo financiero, socioeconómico y de mercado, así como la fortaleza financiera y otros aspectos cualitativos.
- Severidad de la Pérdida: En créditos de consumo, se mide según el número de pagos incumplidos. En créditos comerciales, se consideran las garantías reales y personales.
- Exposición al Incumplimiento: En créditos de consumo, se considera el saldo del crédito al momento de la calificación. En créditos comerciales, se toma en cuenta el uso actual de la línea de crédito, diferenciando entre créditos revocables e irrevocables.
Metodologías Internas Basadas en la NIF C-16
Según los Anexos 15 y 15 Bis de la Circular Única de Bancos, las instituciones que implementan metodologías internas deben calcular los requerimientos de capital bajo un enfoque IRB (Anexo 15) y las reservas bajo un enfoque IFRS9 (Anexo 15 Bis). Estas metodologías internas siguen un enfoque de pérdida esperada similar al de las metodologías estándar, pero pueden ser:
- Enfoque Básico: Se estima la Probabilidad de Incumplimiento internamente, mientras que la Severidad de la Pérdida y la Exposición al Incumplimiento se aplican según el modelo estándar.
- Enfoque Avanzado: Se estiman internamente la Probabilidad de Incumplimiento, Severidad de la Pérdida y Exposición al Incumplimiento.
Aplicación de Metodologías Internas
Desde enero de 2018, la institución utiliza una metodología interna avanzada para el portafolio de Consumo Revolvente, autorizada por la CNBV. Similarmente, desde enero de 2020 para Auto Persona Física y desde julio de 2023 para Hipotecaria de Vivienda, se aplican metodologías avanzadas que estiman de manera diferenciada la probabilidad de incumplimiento, la severidad de la pérdida y la exposición al incumplimiento, teniendo en cuenta factores específicos como el tipo de crédito, la antigüedad de la cuenta, la utilización del crédito y el comportamiento del cliente.
Cartera de Empresas
Desde enero de 2019, la institución cuenta con una metodología interna bajo un enfoque básico para la cartera de Empresas, enfocada en personas morales y físicas con actividad empresarial y altos volúmenes de ventas. Esta metodología, también aprobada por la CNBV, considera factores como el comportamiento crediticio, el riesgo financiero y la calidad de la administración de la empresa para determinar la probabilidad de incumplimiento y las reservas necesarias.
Este sistema integral de calificación asegura que las instituciones financieras mantengan reservas adecuadas para enfrentar posibles pérdidas, ajustándose a las regulaciones vigentes y a las mejores prácticas internacionales en gestión de riesgo crediticio.